miércoles, abril 05, 2006

Keira Knightley en Orgullo y Prejuicio

La novelística británica nos ha legado varias heroínas, como la atribulada Catherine Earnshaw de Cumbres Borrascosas (de Emily Brontë, la arribista Becky Sharp de Feria de Vanidades (de William Mackpiece Thackeray) y la sagaz Lizzy Bennet de Orgullo y Prejuicio (obra de Jane Austen), ahora interpretada por Keira Knightley en el notable filme de Joe Wright. Allí, la joven actriz inglesa demuestra todo el poder de su actuación, pasando de la dicha al dolor en pocos segundo de pantalla.

Su caracterización resulta así más lograda que la de Reese Witherspoon como Becky Sharp en la película de Mira Nair, tal vez por estar mejor acompañanda desde la dirección (Walk the Line es la prueba palmaria de que Whiterspoon es una gran actriz).
Pero más allá de su talento, lo que Knightley le aporta a su personaje es su inusual belleza, sutil y sin estridencias, contrastando con la gracia victoriana de Rosamund Pike, quien interpreta a Jane Bennet, justamente la “hermana bonita” de la protagonista austeniana.

Ahora, y al menos por un tiempo, esa heroína (y algunas otras, en la febril imaginación de los lectores y espectadores) llevará ese rostro delgado, con el maxilar inferior adelantado, y con esos labios indómitos que se contraen al decir “he is so rich” o “I am so blind”. Quienes no se hayan enamorado de Keira Christina Knightley en Jugando con el Destino o en Love Actually, tienen ahora una oportunidad inmejorable.