martes, septiembre 28, 2004

La banda

Hacía frío en Limerick, Irlanda.
Pero en el garage de los Hogan las cosas empezaban a ponerse calientes.

—Dejo la banda —dijo Niall, el cantante del grupo.

—¿Así nomás? —preguntó Noel, el mayor de los Hogan. Su hermano Mike miraba a uno y a otro, tratando de comprender.

—No sé, siento que en esta banda no voy a poder hacer carrera en la música —le respondió el vocalista.

—Gracias por lo que nos toca —masculló Mike.

—La verdad es que no me importa si te vas, Quinn. Lo que me preocupa es quién va a cantar —escupió Fergal, sentado en la batería, sin mirarlo.

Niall caminó hasta la puerta, y antes de abrirla, se dio vuelta y contestó:

—Hay una amiga de mi novia, que canta en el coro de la iglesia desde chica. Podrían probarla. ¿No te parece, Lawler?

—Por mí está bien —musitó Fergal.

—Decile que venga. Una prueba no se le niega a nadie —agregó finalmente Noel.



Ninguno llegó con demasiadas expectativas a la sala de ensayo. Noel quería saber si tendría diecisiete años como él. Mike sentía curiosidad sobre su apariencia: tal vez se parecería a Kathryn, la novia de su hermano, o a Siobhan, esa chica de la escuela que tanto le gustaba. Fergal pensaba en como sonaría el grupo con ella.

En ese momento tocaron a la puerta.

La que entró fue una chica flaquita, de pelo corto, y ojos profundos. Y sí, tenía diecisiete años.

—Vengo por la prueba —susurró.

Los muchachos se presentaron de a uno. Luego de unos segundos de silencio, la invitada también se identificó.

—Bueno, a ver, cantate algo —la desafió Noel.

La joven comenzó a entonar un himno, así nomás, a capella.

Y entonces explotó la magia.

“Mierda”, pensó Mike, mientras sentía como si un puñetazo celestial le cerrara el estómago. “Así debe ser la voz de las Banshees”, se dijo Noel, recordando las leyendas de su infancia. “Acá tenemos algo”, se iluminó Fergal, pasando la lengua por sus labios.

—Bueno, por hoy estamos —atinó a balbucear Noel. —Vení mañana y empezamos a trabajar en las canciones.

—¿Entonces estoy en la banda? —Ella parecía no creer en lo que estaba pasando.

—Perdón, ¿cómo te llamabas? —la interrogó Fergal.

—Dolores —respondió la chica flaquita, con tímido orgullo. —Dolores Mary O’Riordan.

—Vamos a la esquina, a tomar un café —propuso Mike.

—¿Podemos pedir pastel de arándanos? —preguntó Dolores.

—Sí, podemos —le respondió Noel. —Ahora podemos.

Y allí, sin casi sin proponérselo, comenzaron a hacer historia.